Enclavada a orillas de la bahía de Nápoles y bajo la atenta mirada del Vesubio, Nápoles le invita a un mundo vibrante en el que las calles centenarias bullen de energía, la brisa marina transporta el aroma de los cítricos y la pizza, y los paisajes circundantes invitan a la aventura. Desde baños en los acantilados a antiguas excursiones volcánicas, hay algo que despertará al explorador que lleva dentro:

Reme o salte por los acantilados en Baia delle Rocce Verdi y Bagno Elena, dos históricos enclaves costeros de Posillipo, donde le esperan tumbonas, terrazas rocosas y cálidas olas mediterráneas.

Póngale un broche de oro a su día con una excursión guiada al Monte Vesubio, que forma parte del Parque Nacional del Vesubio. El sendero del cráter ofrece vistas panorámicas de la bahía y la oportunidad de conocer el dramático pasado del volcán.

Pasee por los cascos antiguos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, especialmente en Spaccanapoli, donde cada puerta y cada santuario callejero cuentan una historia en frescos y favelas.

Embarque en una excursión de un día a la Gruta Azul de Capri, entre otras grutas de la costa amalfitana, y refrésquese con un almuerzo junto al mar en Anacapri o Positano.

Póngase los cordones y recorra el famoso Sendero de los Dioses a lo largo de la costa de Amalfi; ¿su recompensa? Panoramas gloriosos, flora salvaje y un descenso a las plazas de Positano, bordeadas de playas.

Para una excursión más suave pero encantadora, pasee por la exuberante Villa Comunale, un parque histórico frente al mar construido para la realeza, perfecto para hacer un picnic o una passeggiata nocturna.

Sumérjase en el subsuelo con un paseo por los túneles secretos de Nápoles, antiguas catedrales de piedra talladas en la época romana y llenas de ecos subterráneos.