Martinica, una yuxtaposición perfecta entre playas de fina arena blanca y escarpados terrenos volcánicos

Deportes extremos en aguas transparentes rodeadas de paisajes espectaculares y una fauna que no encontrará en ningún otro lugar. Algunos la llaman un trozo de cielo, nosotros la llamamos Martinica. Conocida como la Isla de las Flores, Martinica es una isla francesa famosa por su gastronomía, su mezcla de culturas y su actitud relajada.

Esta ubicación de ensueño, unida a un sol espléndido todo el año (26 grados de media), hacen de Martinica un refugio de lujo, lejos de la monotonía de la rutina. Los martiniqueses son conocidos por ser naturalmente muy deportistas, así que es lógico que aprovechen su entorno orgánico para disfrutar de actividades como el surf, el kitesurf, el wakeboard, el senderismo o el parasailing. La lista es interminable.

Las aguas de la isla se dividen entre el océano Atlántico y el mar Caribe, y las montañas del norte contrastan con las playas de arena blanca del sur. La costa volcánica del norte es, con diferencia, la mejor zona para practicar barranquismo y freeride, mientras que las suntuosas playas del sur y sus aguas de un azul intenso son ideales para el submarinismo y el windsurf.

Sucumba a los encantos de esta magnífica isla.